miércoles, 10 de septiembre de 2008

Olvidar para vivir.

El pianista. (Crítica Cinematográfica)
DIRECTOR: Roman Polanski
GUIONISTA: Ronald Harwood
AÑO DE PRODUCCIÓN: 2002




En Varsovia, en un estudio de radio, un hombre interpreta a Chopin. Se oyen explosiones. Tiemblan las ventanas. La cabina de control de sonido queda desvastada. El pianista continúa tocando, se niega a seguir a los técnicos que huyen. Hasta que el cristal que aísla el estudio estalla. La realidad interrumpe la música y el hombre se disuelve en la multitud. La película comienza con una bella secuencia que resume la historia y el carácter del personaje.

Dirigida por Roman Polanski y ganadora de la Palma de Oro del Festival de Cannes del año 2002, “El pianista” se apoya en las memorias del pianista judío polaco Szpilman para abordar los terribles sucesos acaecidos en el gueto judío de Varsovia durante la ocupación nazi. La cámara usa la mirada desvalida del músico para describir aquellos episodios históricos donde la crueldad humana llegó a unos límites inimaginables.

Polanski que sufrió en su niñez una experiencia paralela en el gueto de Cracovia, siempre se había negado a tratar este tema en el cine. Incluso rechazó la oferta de Spielberg para dirigir “La lista de Schindler”. ”En el momento que se me propuso”, declaró, “consideré que los sucesos estaban muy cercanos a mi… Tal vez el motivo era otro: necesitaba contar mi propia experiencia, pero era incapaz de hacerlo. Cuando leí las memorias de Szpilman me vi totalmente reflejado, él contaba lo que yo vi y creí no ver”.

El pianista es separado de su familia por la policía judía y salva la vida gracias a un oficial alemán (Thomas Kretschmann) admirador de su música.

Roman Polanski tardó mucho en hallar al actor que interpretaría a Wladyslaw Szpilman: “Cuando vi algunas películas de Adrien Brody, no vacilé, era el pianista”.

Polanski refleja en un estilo clásico y lineal, alejado de su cine anterior, los sentimientos de una víctima, un músico reducido al silencio, que asiste a los acontecimientos amnésico y paralizado ente lo que ve, como si el dolor lo ausentara del lugar donde está obligado a vivir.



Como curiosidad podéis escuchar la canción que Jorge Drexler compuso en el 2005 basándose en la misma historia aquí.