El misterio del Anime
TÍTULO ORIGINAL: Tenshi no Tamago - Angel's EggDIRECTOR: Mamoru Oshii
GUIONISTA: Yoshitaka Amano y Mamoru Oshii
AÑO DE PRODUCCIÓN: 1985
Fotograma de El huevo del ángel |
En 1985 el director de animación japonés Mamoru Oshii unió
su talento a su compatriota, el ilustrador, Yoshitaka Amano, para llevar a cabo
una película animada de título Angel’s Egg destinada para su explotación en
video, también llamadas OVA, siglas de Original
Video Anime (en japonés orijinaru bideo animēshon). Este tipo de
producciones, en auge durante la década de los ochenta, se caracterizan por la
libertad creativa para tratar cualquier tipo de tema; dejando muchas veces de lado
al público infantil al que normalmente iban dirigidas las producciones animadas,
hasta entonces.
Mamoru Oshii ─años más tarde realizador de Ghost in the Shell, anime futurista de
referencia─ y Yoshitaka Amano ─conocido por ilustrar las novelas de Vampire Hunter D y diseñar el arte del videojuego Final Fantasy─ aprovecha dicha libertad
para crear una película casi sin argumento, y repleta de simbolismos. El film
está protagonizado por una niña que protege un huevo grande como el de una
avestruz. En su recorrido por una ciudad tenebrosa y vacía se cruza con una
especie de caballero que porta un bastón en forma de cruz. Nunca sabremos
porqué la niña mima tanto el huevo o qué contiene éste huevo, el cual oculta
bajo su vestido, como si lo empollara.
Personalmente, la película se me hizo eterna. Sus setenta
minutos de duración se convierten en interminables. Cada encuadre es una
maravilla de la perspectiva, del color y del diseño. La animación es
espectacular. Dentro de los parámetros del anime, con poco movimiento y una
cantidad ingente de detalles, destaca por la cantidad de recursos utilizados.
Los diseños de personajes de trágica palidez y la arquitectura Neo-Gótica con
que encuadra los siniestros paisajes Amano impresionan, apabullan a pesar
del tiempo transcurrido, y se mantienen vigentes treinta años después. La
música suple a los casi inexistente
diálogos, y su originalidad ayuda a crear una
atmosfera que trasmite un desasosiego como de escalofrío al espectador.
Otro fotograma de El huevo del ángel |
Pero eso no basta para construir una película. No hay argumento. Nada sucede. Ni siquiera consigue una cadencia que enganche al
espectador a base de sus filigranas técnicas. Es bonita al principio y es
bonita al final. Es de una belleza plana. Hay un intento de reflejar una
estructura circular con el aterrizaje de la nave al principio y el despegue al
final. Pero se queda en eso. En un intento.
Algunos críticos defienden que es una obra maestra llena de simbolismos,
cristianos en su mayoría. A mí me parecen aseveraciones de Perogrullo basadas en lo superficial. Por ejemplo, el
mencionado bastón en forma de cruz, la muerte y la “elevación a los cielos” de
la protagonista, la estatua con las manos entrelazadas alrededor del huevo. Principalmente
creo que planos generales de casi dos minutos, observando como una hoguera se
apaga, no transmite nada que no sea sopor.
La animación es preciosa, o mejor: preciosista. Brillante.
Pero hay que armarse de paciencia para disfrutar de estas últimas virtudes.
Curiosidades
La revista española especializada en terror, fantasía y ciencia ficción ScifiWorld la situó en el octavo puesto del Top Ten de las películas imprescindibles enmarcadas en la fantasía oscura.
Parte de la animación se reutilizo en el largometraje de ciencia ficción In The Aftermath: Angels Never Sleep coproducción australiana japonesa de bajo presupuesto donde Mamoru Oshii firma el guion con Carl Colpaert (también director de este film).
Parte de la animación se reutilizo en el largometraje de ciencia ficción In The Aftermath: Angels Never Sleep coproducción australiana japonesa de bajo presupuesto donde Mamoru Oshii firma el guion con Carl Colpaert (también director de este film).