viernes, 8 de abril de 2016

El huevo del ángel - Crítica Cinematográfica

El misterio del Anime

TÍTULO ORIGINAL: Tenshi no Tamago - Angel's Egg
DIRECTOR: 
GUIONISTA: Yoshitaka Amano y Mamoru Oshii
AÑO DE PRODUCCIÓN: 1985

Fotograma de El huevo del ángel  
En 1985 el director de animación japonés Mamoru Oshii unió su talento a su compatriota, el ilustrador, Yoshitaka Amano, para llevar a cabo una película animada de título Angel’s Egg destinada para su explotación en video, también llamadas OVA, siglas de Original Video Anime (en japonés orijinaru bideo animēshon). Este tipo de producciones, en auge durante la década de los ochenta, se caracterizan por la libertad creativa para tratar cualquier tipo de tema; dejando muchas veces de lado al público infantil al que normalmente iban dirigidas las producciones animadas, hasta entonces.
 
Mamoru Oshii ─años más tarde realizador de Ghost in the Shell, anime futurista de referencia─ y Yoshitaka Amano ─conocido por ilustrar las novelas de Vampire Hunter D y  diseñar el arte del videojuego Final Fantasy─ aprovecha dicha libertad para crear una película casi sin argumento, y repleta de simbolismos. El film está protagonizado por una niña que protege un huevo grande como el de una avestruz. En su recorrido por una ciudad tenebrosa y vacía se cruza con una especie de caballero que porta un bastón en forma de cruz. Nunca sabremos porqué la niña mima tanto el huevo o qué contiene éste huevo, el cual oculta bajo su vestido, como si lo empollara.
 
Personalmente, la película se me hizo eterna. Sus setenta minutos de duración se convierten en interminables. Cada encuadre es una maravilla de la perspectiva, del color y del diseño. La animación es espectacular. Dentro de los parámetros del anime, con poco movimiento y una cantidad ingente de detalles, destaca por la cantidad de recursos utilizados. Los diseños de personajes de trágica palidez y la arquitectura Neo-Gótica con que encuadra los siniestros paisajes Amano impresionan, apabullan  a pesar  del tiempo transcurrido, y se mantienen vigentes treinta años después. La música  suple a los casi inexistente diálogos, y su originalidad ayuda a crear una atmosfera que trasmite un desasosiego como de escalofrío al espectador.
 
Otro fotograma de El huevo del ángel
Pero eso no basta para construir una película. No hay argumento. Nada sucede. Ni siquiera consigue una cadencia que enganche al espectador a base de sus filigranas técnicas. Es bonita al principio y es bonita al final. Es de una belleza plana. Hay un intento de reflejar una estructura circular con el aterrizaje de la nave al principio y el despegue al final. Pero se queda en eso. En un intento.
 
Algunos críticos defienden que es una obra maestra llena de simbolismos, cristianos en su mayoría. A mí me parecen aseveraciones de Perogrullo  basadas en lo superficial. Por ejemplo, el mencionado bastón en forma de cruz, la muerte y la “elevación a los cielos” de la protagonista, la estatua con las manos entrelazadas alrededor del huevo. Principalmente creo que planos generales de casi dos minutos, observando como una hoguera se apaga, no transmite nada que no sea sopor.
 
La animación es preciosa, o mejor: preciosista. Brillante. Pero hay que armarse de paciencia para disfrutar de estas últimas virtudes.
 

Curiosidades

La revista española especializada en terror, fantasía y ciencia ficción ScifiWorld la situó en el octavo puesto del Top Ten de las películas imprescindibles enmarcadas en la fantasía oscura.

Parte de la animación se reutilizo en el largometraje de ciencia ficción In The Aftermath: Angels Never Sleep coproducción australiana japonesa de bajo presupuesto donde Mamoru Oshii firma el guion con Carl Colpaert (también director de este film).