GUIONISTA: Scout Kosar
“La matanza de Texas 2004” tiene dos fuentes de inspiración: unos hechos reales y la película del mismo título. En 1976, la policía de Texas encontró los restos de 33 cuerpos en la granja de Thomas Hewitt, antiguo empleado de un matadero. Aquel siniestro personaje ejecutaba a sus víctimas usando una motosierra con la que las despedazaba. Al año siguiente el director Tobe Hooper realizará con un presupuesto exiguo un filme considerado un clásico.
La nueva versión es difícilmente comparable con la película de Tobe Hooper por las condiciones en que fue rodada y los objetivos que persigue. La actual, producida por Michael Bay, especialista en películas por encargo en el que el único fin es la rentabilidad, huye, por definición, de cualquier ruptura innovadora. La sorpresa es que “La Matanza…2004”, sin encontrar un verdadero vinculo con el original, se inscribe en la tradición del horror americano de los años 70. Ninguna concesión a tramas secundarias, un estilo conciso y seco, y el espanto como único motor dramático.
El director, proveniente del videoclip y la publicidad, recurre a excelentes planos muy bien realizados pero quedan algo aislados dentro de la narración. Al contrario que la original le faltas escenas de suspense que refuercen el efecto terrorífico con es reserva inagotable de imágenes. Y aunque imita torpemente la desmesura de la primera matanza en algunos momentos reactiva la potencia del espanto. Indispensable para amantes del género.
La nueva versión es difícilmente comparable con la película de Tobe Hooper por las condiciones en que fue rodada y los objetivos que persigue. La actual, producida por Michael Bay, especialista en películas por encargo en el que el único fin es la rentabilidad, huye, por definición, de cualquier ruptura innovadora. La sorpresa es que “La Matanza…2004”, sin encontrar un verdadero vinculo con el original, se inscribe en la tradición del horror americano de los años 70. Ninguna concesión a tramas secundarias, un estilo conciso y seco, y el espanto como único motor dramático.
El director, proveniente del videoclip y la publicidad, recurre a excelentes planos muy bien realizados pero quedan algo aislados dentro de la narración. Al contrario que la original le faltas escenas de suspense que refuercen el efecto terrorífico con es reserva inagotable de imágenes. Y aunque imita torpemente la desmesura de la primera matanza en algunos momentos reactiva la potencia del espanto. Indispensable para amantes del género.