miércoles, 28 de mayo de 2008

Ozon investiga.


Swimming Pool (Critica Cinematográfica)
DIRECTOR: François Ozon
GUIONISTA: François Ozon y Emmanuèle Bernheim
INTERPRETES: Charlotte Rampling, Ludivine Sagnier, Charles Dance
AÑO DE PRODUCCIÓN: 2003



François Ozon es uno de los “niños terribles” más brillantes de su generación, el más brillante realmente . Su cine arriesgado y evocador recuerda al estilo de Chabrol o Hitchcock. Tras “Ocho mujeres”, Ozon estrena “La piscina” una historia perversa, porque el más avezado espectador de películas de intriga será incapaz de adivinar su final, el más degenerado de los llamados “transgresores” urdirá una trama tan escandalosa. “Después del éxito de mi anterior película, una de las primeras cosas que me planteé fue volver a un cine más intimista, más simple, con menos personajes.” declaró Ozon.

Y lo cumplió. Pero hay intimidades tan inquietantes que es mejor queden en el secreto personal e intransferible. En las letras irreales de los libros

Sarah Morton (Charlotte Rampling), escritora inglesa de novela policíaca de gran éxito, viaja a Francia, a Lubéron, a la casa de su editor para descansar y escribir. Pero una noche, Julie (Ludivine Sagnier), la hija francesa de su editor, se presenta en la casa y acaba con la tranquilidad de la novelista.

Las dos actrices ya habían trabajado con el director anteriormente. Ozon les ha dado la oportunidad de lucirse con esta película. Charlotte Rampling, que ya protagonizó “Bajo la arena”, ha expresado su agradecimiento al francés por volverla a poner en la cresta de la ola y ha elogiado a su joven compañera de reparto.

Al principio, Francisco Ozon había previsto que el personaje finalmente interpretado por Sagnier (“Gotas de agua sobre piedras calientes”) fuera un chico. Pero en el curso de la escritura, le pareció más interesante confrontarle a una mujer a una chica. “Enfrentar a Charlotte Rampling y Ludivine Sagnier me daba la posibilidad de insinuar una relación madre/hija, y la de poner cara a cara a una actriz consagrada y a una actriz joven”.

Para darle más credibilidad al personaje de la novelista inglesa, François Ozon contactó con Emmanuèle Bernheim, especialista de este tipo de escritores, que le alumbró sobre la psicología de estas mujeres, “con tendencias alcohólicas o lésbicas a menudo no asumidas, y su fascinación para las perversiones”. Y hubo alguna de ellas que se dieron por aludidas, que los espectadores les pongan los nombres.