Ni a favor ni en contra, sino todo lo contrario.
AÑO DE PRODUCCIÓN: 2002
Cartel de la película |
El director francés Cédric Klapisch (“Una casa de locos”) ha frecuentado casi todos los géneros cinematográficos, al estilo de aquellos artesanos habituales en la realización de mediados de siglo pasado, hasta que en los años setenta la nouvelle vague impuso el cine de autor y la firma de la obra cinematográfica. Esa aparente humildad no ha impedido que si excelente oficio esté revestido de un meritorio toque personal. En “Ni a favor ni en contra (sino todo lo contrario)” aborda el cine de criminales, lo hace con un guión original y consigue una excelente puesta en escena de lo que a simple vista puede parecer una esperpéntica narración. Una chica de buena posición arrastrada a los bajos fondos por el ansia de apagar el aburrimiento que a los jóvenes del presente consume, no es algo nuevo como tema. El enfoque que le da Klapisch, si.
Un humor negro, una acción trepidante y el retrato de las relaciones personales en un mundo – el de la delincuencia- en el que se da por supuesto que no existen, confeccionan una trama que no sólo traspasa aquello a lo que todo relato aspira: contarnos lo que debajo de la piel y la apariencia guarda cada personaje.
Destaca el personaje femenino interpretado por Marie Gillain y la primera media hora. Con estos escuetos elementos, Klapisch casi roza la excelencia.
Un humor negro, una acción trepidante y el retrato de las relaciones personales en un mundo – el de la delincuencia- en el que se da por supuesto que no existen, confeccionan una trama que no sólo traspasa aquello a lo que todo relato aspira: contarnos lo que debajo de la piel y la apariencia guarda cada personaje.
Destaca el personaje femenino interpretado por Marie Gillain y la primera media hora. Con estos escuetos elementos, Klapisch casi roza la excelencia.