miércoles, 3 de febrero de 2016

Un comic underground animado

Heavy Metal (Crítica Cinematográfica)

DIRECTOR: Gerald Potterton
GUIONISTA: Daniel Goldberg y Len Blum
BASADA EN LA REVISTA: Heavy Metal
AÑO DE PRODUCCIÓN: 1981



El largometraje Heavy Metal, estrenado en 1981 lo componen seis cortometrajes de animación unidos por un prólogo donde se sobreimprimen los títulos de crédito y una pequeña glosa que independientemente de su colocación funciona a modo de epilogo explicativo. Cada segmento se enlaza con el siguiente con el lev motive de Loc Nar, una extraña bola de cristal que contiene el mal y funciona de un modo u otro como activador de cada aventura. Esta estructura se parece mucho al que luego utilizarían Stephen King (como guionista) y George Romero (como director) en Creepshow, estrenada un año después, a modo de homenaje a los tebeos de terror publicados en EE.UU. durante los años cincuenta.

El realizador Gerald Potterton intenta capturar la esencia de la revista que da título al film. Así cada segmento está producido en un estudio diferente y se basa en la obra de alguno de los más reconocidos artistas del magazine. Recurren a la rotoscopia, a un arcaico 3D e incluso utilizan los efectos especiales más primitivos haciendo explotar una maqueta en imagen real. Pero sobre todo, esgrimen la animación tradicional como modo de trasladar las viñetas al celuloide. Eso sí, lejos del canon de príncipes y princesas de Disney (que en los ochenta pasaba por el peor de sus momentos) y con el objetivo clientelar puesto en el público adulto.

El resultado es irregular. Empeñados en ser lo más fieles al diseño original lo único que consiguen es que la animación a veces se mueva pesadamente. Las líneas de un mismo personaje cambien en cada escena, olvidándose de la continuidad. Y la perspectiva falle al unir las capas de animación con los fondos. El guion también naufraga en la mayoría de los casos, sobre todo en la parte central.
 

Aun así, son mayores los logros. La mayoría de los escenarios son maravillosos, llenos de sutiles detalles. La dirección de arte hereda de los comics la originalidad, e incluso su asombrosa extravagancia. Y la primera historia, titulada Harry Canyon, es un genial neo-noir ambientada en un Nueva York del futuro donde aún, faltos de augures, conserva las Torres Gemelas.

El último episodio, Taarna, condensa todo lo quiere transmitir la película. Por algo, su protagonista es la portada de la película y el logotipo de la publicación. En una auténtica fábula de brujería y espada, con todos los ingredientes de un libro pulp, defiende que, pase lo que pase, siempre habrá alguien que resucite el espíritu libre de Heavy Metal. Y aquí está, 35 años después, Heavy Metal, convertida en una película de culto, con su rock duro, su violencia y sobre todo con su erotismo un poco trasnochado. Quizá, algo sentimental
 

Curiosidades

El canadiense Ivan Reitman conocido entre muchas otras cosas por ser el director de Los Cazafantasmas es el productor de esta película de dibujos animados. Antes ya había producido las películas de David Cronenberg Rabia y Vinieron de dentro de… y también la estrambótica Ilsa, la tigresa de Siberia (la última de la saga erótica protagonizada por Dyanne Thorne).